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AUSPICIO, Casa Editorial Abismo, 2017.

Auspicio es encuentro con lo ininteligible; de la identidad originaria del mundo y su finalidad aparente, preocupación que se padece como búsqueda y razón de la expresión artística. Sus dos personajes principales, una pintora (Susana / Shoshaná) y un poeta (Malej) discurren, cada quien en lugares y tiempos distintos, sobre la posibilidad y el valor de ello. La tríada sentido-existencia-arte genera una dinámica en la que dicha búsqueda, quizá infructuosa, se ofrece como desventura y posibilidad a la vez, poniendo siempre de relieve la pregunta: «¿es posible el mundo y, por lo tanto el arte y la poesía, después del sinsentido?»

COMENTARIOS SOBRE AUSPICIO

Cuando la escritura se convierte en el tema del relato, se mira a sí misma hacerse, el lector cae vertiginosamente en el cuestionamiento de la creación. Una novela de preguntas, pasajes que cuestionan la lectura, un asomo al principio del verbo mediante análisis filológicos que aparentan ser simples meditaciones o divagaciones que acompañan al humo del cigarrillo.

Construye de a poco todo un arsenal conceptual que se va tocando como una melodía. Una vez que nos introduce las notas, una a una, se va construyendo de a poco el enjambre de las mismas. Se resignifican una a una las letras, palabras, voces, lo que está detrás.

Creo que no me equivocaría al afirmar que en la literatura mexicana hay pocas novelas como Auspicio, que decididamente se sumergen en el silencio para tratar de descifrarlo y presentarlo a los lectores en su misterio y su fecunda complejidad. El tono de la obra se atisba anómalo si miramos el grueso de la literatura publicada hoy en el país.